jueves, 29 de mayo de 2008

La vida sigue.

La vida sigue, aun cuando mi hija ya no me quiera, y ya no quiera escribir en este blog... ¿Se habrá encontrado otro padre? ¿Se habrá encontrado otro blog?

No lo se, pero el ejercicio de escribir empezaba a emparentarnos, y realmente tiene talento, sólo que le da mucho miedo escribir.

Creo que se tomó muy a pecho aquello de que la letra mata...

En realidad yo he descubierto una nueva vida con la escritura. Una vida muy cutre, como dicen acá, pero lo que escribimos va reflejando lo que tenemos dentro.

Espero que escriban...

sábado, 24 de mayo de 2008

"Estoy infectado 2"

Hoy es el segundo día. No se levantó a desayunar, así que al terminar mi desayuno fui a verle. Toqué a su puerta y no escuche nada. Toqué más fuerte. Por un instante cruzó por mi mente la idea de que se había suicidado. Era posible si se tomaba todas las capsulas para los nervios que le habían dado. Pero escuché un leve murmullo.

Entre. Saludé con un poco de enfado: "¿Todavía en la cama?" Tal vez sea idiota, pero hago esfuerzos por tratar de que todo siga igual, de que no se sienta enfermo, ni de que piense que me estoy compadeciendo. Tampoco trato de que sienta que lo cuido demasiado o de que tengo asco de él, o que tengo miedo de infectarme. Creo que cuando recibes esa noticia te haces hipersensible, y muchas veces interpretas las cosas que no son de acuerdo a como te sientes.

Gracias a Dios me respondió igual: "Ay, no me joda tan temprano". Sabía que la guerra de este día sería más leve.

Tras mi invitación a desayunar, y su reiterada negación, baje por desayuno. Normalmente desayuna pan, así nomás, como el panadero lo trae al mundo, y café con leche. En esta ocasión le subí un sandwich, y le puse azucar al café con leche.

Despues de muchos ruegos, casi tras una hora, empezó a comer. Sabía que la batalla iba a estar de mi lado nuevamente. Después del primer trago de café y los regaños por el azucar, me alegré de que también él tratara de que su vida siguiera con algo de normalidad. Al menos en nuestras riñas y en una leve sonrisa por mis bromas. Pero a partir de ahí comenzó a hablar de sí.

"¿Qué voy a hacer?" Rápidamente le respondía: "Ahorita desayunar, limpiar el pulguero de cama que tiene, bañarse porque ya apesta, y ya... después veremos" Luego de eso... silencio.

Durante el día, al fin de cuentas cada quien tuvo sus actividades, pero ya no tuve que ir por él para que bajara a comer, ahí estaba él solito. Y ya en la tarde me fue a visitar para hablar de muchas cosas.

"Siento como si fuera a confesar que maté a alguien" No lo dije, sólo para mis adentros: "y en verdad mataste a alguien... te estas matando a ti mismo". Aún llora, pero ya no le veo, al menos se contiene, ya tiene algo de fuerzas para contener el llanto. Pocas veces se le llenaron sus ojos de lágrimas. Lo más triste fue durante la cena. Él en silencio, solo revolvía la comida y tenía los ojos humedos. Alguien le realizó una broma, como las que siempre nos gastamos entre compañeros y de las cuales él gozaba y respondía sin vacilar... Ahora no había nada.

Claro, todos lo notaron, solo que yo era el único que sabía por qué. Y él el único que sabía lo que estaba sintiendo.

Todo esto me esta enseñando muchas cosas. Creo que son tantas que nunca podré asimilarlas y aprender. Después de bañarme por la mañana, me miré al espejo e imaginé un letrero frente a mí que decía: "Vas a morir por maricón y te lo mereces" No sé si eso es lo más fuerte que pueda sentir mi amigo, o lo que realmente le este pasando por el corazón.

Durante la platica en mi habitación le pregunte que qué cosas eran las que estaba pensando, que me las dijera, que me mencionara tres: "Qué van a decir los demás, cómo va a ser mi vida dentro de un tiempo (cómo va a terminar, intuí pero ya no pregunté, era demasiado y el respeto ante todo), y la soledad... porque estoy preparado para vivir sólo, pero en otras condiciones... no enfermo"

Después de un buen rato de silencio, dije: "¿eso crees que es lo más importante?... me haz dicho puras cosas afectivas..." "Pues ¿qué más?... mi familia odia esta situación... mis hermanos son los más machistas... mi papá es el tipo más cerrado a cualquiera de estas cosas... y mi mamá... es el hombre de la casa"

Ahí comprendí que la lucha estaba de mi lado a medias, que no iba a ser tan fácil irle ganando terreno, pero había un avance con respecto al día anterior.

Yo frente al espejo, con ese cartel señalándome, me dije: "te estas muriendo"

viernes, 23 de mayo de 2008

"Estoy infectado"

Hoy es fue un día normal. Normalmente no tengo clases, pero como no hubo una clase entre semana tuve que ir a la facultad. Antes tuve que pasar al médico para que me medicara sobre el problema de reflujo nocturno que me aqueja desde hace tiempo. Su diagnóstico no fue bueno.

Un amigo mío, el mejor que tengo en este extraño país me acompañó, fue a recoger el resultado de unos análisis que le habían hecho, al parecer por un problema similar al mío, reflujo.

Mi médico no estaba, así que espere a que él saliera de su consulta y salir corriendo para la facultad. Después de unos diez minutos salió con los ojos llorosos, yo no sabía que pasaba, y solo me dijo: “espere, ahora vuelvo”, solo se fue al otro lado del pasillo, y allí estuvo unos minutos, como no sabiendo que hacer. Luego volvió y me dijo: “tengo que repetirme los análisis”. No dijo más. Supe que algo había salido mal. Todo silencio.

En el ascensor yo insistí: “pero ¿te dijo algo el doctor?”, “pues que me tengo que volver a hacer los estudios”. “¿Y ya vamos al laboratorio?... “No, voy a sacar cita” “¿Cita?” “Sí, me mando con otro doctor, al área de enfermedades infecciosas” En ese momento me quedé mudo. No sabía que decir. Decir que se estuviera tranquilo era demasiado decir, claro, yo no estaba en sus zapatos, decir cualquier otra cosa y nada era lo mismo, parecía que no oía nada de lo que sucedía a su alrededor.

Sacamos la cita, que se la dieron para las 12, así que tenía que ir a clase. Me acompañó para resolver algunos problemas en la secretaría. En la cafetería de la facultad nos tomamos un café. Todo era silencio, algunas frases que yo no continuaba. Pensaba que era mi deber respetar su espacio, su angustia. En realidad es una situación novedosa y cruel.

Saliendo de clase me fui directamente para el hospital. Él debería de estar en consulta, así que le esperaría a que saliera y me dijera que todo estaba bien, que algún resultado no había salido claro o que en vez de algún problema del estómago se trataba de algún virus de los que provocan cáncer en la boca del estómago.

Tenía poco tiempo que a un amigo le habían descubierto esas bacterias. Tienen la capacidad de sobrevivir a los ácidos del estómago y ahí se reproducen provocando normalmente un cáncer en el estomago.

Llegando al piso 7 estaba allí. Sentado. Esperando.

Me senté junto a él. Todo seguía siendo silencio. Le pregunté por el periódico que estaba junto. Me dijo que lo tomara, que no sabía de quién era. Lo tomé y preferí sumergirme en él a decir cualquier cosa. Antes de saber bien que era lo que sucedía, no tenía nada que decir.

A los 10 minutos le llamaron. Me dejó las cosas y antes de irse me mostró sus manos que no paraban de temblar. Y me dijo: “Estoy sudando mucho, como nunca”.

Sólo pude decir: “Tranquilo, hay que esperar a ver que dice el doctor”.

Terminé de leer el periódico. Habían pasado 20 minutos. En eso salió al baño. Vi su cara, era diferente, parecía que no había pasado nada. En mi rostro se dibujó una sonrisa, estaba seguro que todo había salido bien y que en realidad se trataba de algo parecido a lo que me temía, las dichosas bacterias.

Hay tantas enfermedades nuevas… Apenas el día anterior me había topado en la casa de un amigo con un letrero que estaba sobre un pedazo de pan y unos chocolates y que decía: “Sin Gluten”. Y yo le dije: “¿Qué significa esto?” “Ah, es para los que no pueden comer pan” Yo me acerqué al plato que estaba en el carrito de la merienda y detenidamente me fije lo que estaba debajo del letrero: “Joder… juraría que eso es un pan” Él sonrió y me dijo: “Bueno, es un pan pero sin gluten, es decir, sin la sustancia del pan” De ahí me explicó que esa enfermedad se llama de los celiacos, cosa tan rara, pero es gente que no puede comer pan, y que era la primera vez que yo me enteraba que existía gente que no podía comer pan. De ahí charlamos sobre el tema, que tienen un club, una revista, una serie de productos, etc.

Me dispuse a seguir esperando, así que saqué mi ipod de mi mochila, también mi celular para jugar backgammon, y a esperar. En eso me di cuenta que estaba acercándose mi doctor junto con otra persona que conozco. Me levanté y fui a saludarlo. Me dijo que había sabido que estuve en la mañana, y que me atendería en el momento. Después de mi consulta salí y seguí esperando.
20 minutos más y se asomó por la puerta donde había entrado. Me dijo que me acercara. Tenía la misma cara tranquila, aunque ahora percibía cierta preocupación. Bueno, pensé, lo de unos bichos que sobreviven a tus ácidos estomacales y que al tener sexo y procrear producían cáncer no debía de ser un diagnóstico muy halagüeño. “Venga, vamos a hablar con el Doctor” “¿Yo?” “Sí” Después de entrar al consultorio, que estaba vacío, me preocupé de las cosas, así que salí por ellas rápidamente y volví. Afortunadamente aún no estaba el médico. Espere. Aún silencio. “Pero ya le dijeron o aún no” “Ya me dijeron, y ojalá a usted nunca se lo digan” En ese momento me callé, sabía lo que trataba de decirme, pero es difícil asimilarlo… Aún que no se trataba de mi diagnóstico, es difícil asimilarlo.

Ahora puedo decir que es la cuarta vez que estoy cerca de la muerte. La primera vez fue hace diez años. Estaba yo en Isla Mujeres paseando y dando un curso a unas personas muy pobres, entre los que estaban varias familias de pescadores de la Isla. El día en que terminó el curso fuimos a dar un paseo por el mar. Cerca de la isla hay unas rocas donde tiene a una virgen, que para verla bien hay que meterse al mar y con snorkel acercarse un poco, pero sólo un poco, pues la marea te puede, literalmente, azotar contra las rocas donde esta colocada la virgen. Mi snorkel era totalmente rudimentario, estaba hecho de esos tubos anaranjados que sirven para los cables de la luz, sin boquilla. Además el visor estaba totalmente dañado, me quedaba grande, etc. El zambullirme, por el agua fría, o por lo inquietante de no tener piso sino hasta 15 metros más abajo, o por las dos, abrí las manos que sostenían mi valiosísimo equipo. Todo salió por los aires, bueno, por las aguas, y yo empecé a hundirme. Sé nadar bien, pero había tragado agua salada y me estaba ahogando. Mi primera preocupación fue rescatar el valiosísimo equipamiento que lograron tomar de mis manos antes de que se empezara a hundir. Luego trataron de sacarme pero era imposible, además de que yo no dejaba de toser. No me quedaba de otra más que nadar, pero aún así yo tosía, era algo inevitable, y la corriente me llevaba hacia las rocas a una velocidad que me parecía de película. Lo único que pude ver fue una masa negra debajo de mis pies, y un pequeño espacio en blanco donde puse mi pie. Ahora que lo veo, era imposible atinar a un espacio tan pequeño donde sólo cabía uno de mis pies con el que me apoyé. Todo lo demás de color negro era una colonia de erizos de mar. Por lo demás, me abracé a la roca. Yo no escuchaba los gritos de todos que con estupor me veían abrazarme al coral de fuego y que sabían que si tenía la suerte de que al menos tres o cuatro erizos me envenenaran tal vez podría darles tiempo a llevarme a algún médico que me salvara la vida. Pero era tal la cantidad de erizos que era muy poco probable. Sólo después supe que estuve a punto de perder la vida. El coral de fuego había quemado mis brazos, como si fueran quemaduras de fuego de segundo grado, pero de los erizos nunca supe nada.

La segunda vez que estuve cerca de la muerte fue cuando recibí un pelotazo de golf. Estaba jugando, y como siempre me adelanté un poco, ya habían tirado todos, así que no habría ningún problema, pero lo que no había visto es que dos de los jugadores con los que iba jugando se habían ido al agua. Así que volvieron a tirar cuando yo ya estaba en green. Me encontraba en la orilla, así que era poco probable que me llegara cualquier bola. Pero la realidad es que no es así. La realidad es que una de esas cosas puede matarte. Quedé inconsciente durante 20 minutos, en el hospital el doctor me dijo: “estuvo usted a cuatro dedos de morir”. El golpe había sido en la nuca, muy cerca de la base del cráneo, exactamente a cuatro dedos.

La tercera vez estaba en la playa, de nueva cuenta en Cancún, en una boda. Estaba a punto de suspenderse porque las tormentas en Cancún son muy sorpresivas. En un espacio en el que tan repentinamente como llovió salió el sol, inicio la ceremonia. Yo de lejos alcanzaba a ver un grupo de nubes muy negras que se acercaban, pero pensé que iba a dar tiempo perfecto para terminar la ceremonia en la playa y meternos a la casa para la fiesta. No fue así. Muy cerca de donde yo estaba, a escasos 40 metros, en la orilla del mar cayó un rayo. El sonido es de lo más fuerte que he escuchado en mi vida, obviamente todos saltaron, pero el chispazo lo vi en cámara lenta, y aun lo recuerdo. El rayo salió por mi mano para regresar al cielo nuevamente. Mi teléfono celular olía a quemado, y estuve con dolores en el nervio de mi antebrazo por más de una semana, y con la mano amoratada. Pero eso fue todo. Recuerdo que terminando, antes de subir al avión le llamé a mi madre y le dije: “te llamo para que me felicites”. Ella muy dubitativa pero tratando de jugar la supuesta broma de dijo muy alegre: “Felicidades… pero ¿por qué?” “Es que acabo de nacer… me cayó un rayo y estoy vivo y bien” Luego me enteré de que casi le da un infarto de la impresión, pero no pasó nada gracias a Dios. Subiéndome al avión me tomé un vaso de whisky como si fuera agua, y me dormí todo el camino.

Pues así de cerca me sentí hoy. Cayo muy junto de mí. El VIH de mi amigo cayó justo a mi lado. Creo que esta es la cuarta vez que me salvo de la muerte.

Ahora soy incapaz de repetir todo lo que doctor dijo en esa reunión. Luego me enteré de que todo ya se lo había dicho a mi amigo, y que sólo quería repetirlo conmigo. Sentía el entrecejo fruncido mientras le escuchaba, pero no podía cambiarlo. Sabía que mi cara tenía una expresión rara, entre espanto y asombro, pero no podía cambiarla.

Al salir del consultorio el médico casi abraza a mi amigo y le dijo: “ánimo, aquí no acaba todo, aquí empieza”. Yo me sentía un inútil.

Saliendo al área de espera se desplomó en el asiento. Trabajosamente podía respirar, y dijo: “espere un momento, que me siento mal, estoy muy mareado”. Yo estaba totalmente en shock, y no podía imaginarme lo que estaba sintiendo él. Pero debía de ser terrible. Yo ahí de pie, no sabía si sentarme, no sabía si seguir de pie a su lado, no sabía qué decir. El lloraba.

Luego de un rato, trató de doblar la receta que le había mandado el doctor pero el temblor de las manos se lo impedía. Yo tomé los papeles y le los guardé, y le dije: “Tranquilo, que no estas sólo” Luego me callé, todo era silencio, claro, cualquier cosa podía yo decir, y por más que yo dijera no podría entenderlo porque solo era un espectador.

Era tarde, y después de que le sacaron sangre lo llevé a comer. No quiso nada. Aún así, tomé un pedazo de pan, y se lo ofrecí. Él lo tomó y se lo llevó a la boca; sabía que estaba tratando de vencer la depresión. Pedí un buen vino y en general gasté todos mis ahorros, que son poquísimos en esa comida. Luego que pedí, él no quiso nada, yo le insistí que al menos un caldo caliente le caería bien, y ante mi insistencia y mi preocupación accedió. Sabía que no tenía dinero y que estaba gastando todo lo que tenía en esa comida. Luego él tuvo que salir a hacer algún encargo que era ineludible. Yo lo esperé en el restaurante mientras comía.

Después de hora y media llegó. Se sentó. En el área a donde me había movido ya no había nadie. Comenzó a hablar, y sabía yo que eso era bueno. Le pregunté por una amiga suya a la que había visto ido a ver en ese momento al hospital y que el día anterior le habían diagnosticado cáncer de colon. Ahí se soltó a llorar.

Entre lágrimas me decía: “¿Qué voy a hacer?” “Vivir… puedes ayudar a mucha gente que no sabemos las cosas importantes de la vida y nos la pasamos desperdiciando en tonterías que no tienen importancia. Tú vas a aprender lo que realmente es importante”

Estoy en ello, pero sin duda mi amigo ha muerto. Tal vez como Lázaro yo sea la voz de Jesús que le llame por su nombre y lo devuelva a la vida, a luchar por la vida. Eso no le va a quitar la enfermedad, pero le permitirá vivir lo que le queda de vida.

Mi amigo hoy supo que iba a morir… Y Yo también me di cuenta de que me estoy muriendo.

jueves, 22 de mayo de 2008

Lo sueños

Pues yo no podría hablar mucho de mis sueños. Casí siempre son muy cachondos y no quiero echar a perder este blog con historias super guarras de mega orgias estilo Caligula o las dionisiacas que se cargaban los dioses del Olimpo. Prefiero seguir disfrutandoles mientras duermo.

Pero lo que sí me sucede en algunas ocasiones es que sueño cosas que se realizan en el futuro. Y luego, cuando pasan, en ese momento digo: "pero si esto ya lo soñé"... Pienso que si me pongo a entrenarme me podré dar cuenta de la realización de ese sueño antes de que suceda, y no en el preciso instante de que lo hagan. Al menos podría adelantarme un par de segundos a lo que esta pasando... Esto me recuerda a una peli que hizo Cage hace como dos años. ¿Next? Me parece que sí.

Según la teoría psicoanalítica, los sueños son la continuación o realización de la realidad, como una extensión posible donde se concluyen cosas que son reales. Las veces que he tenido pesadillas o mis super orgias, ¿cómo pueden tener una base real?

Por eso desde lo más antiguo de la historia, desde los albores de los Egipcios, se ha intentado interpretar los sueños. Ahí tienen al famosísimo José, el soñador.

Se cree que es también un lugar donde las divinidades se comunican con algunas personas.

Personalmente lo que yo creo es que los sueños son la forma por la que la imaginación se entrena para comprender la realidad. Y es que la imaginación, que es la que manda en los sueños, se pierde cuando estamos dormidos, y hace, virtualmente lo que le apetece. Mientras que en la realidad, la imaginación hace aquello que los sentidos le van marcando como realidad, y la razón marca una normativa en referencia al Mito.

Wow... estoy liándome mucho elevando el asunto. Voy a provocar que nadie más me lea... bueno, de todas formas nadie me lee... jajajaja.

La realidad es que la imaginación está muy infravalorada. Pensamos que al hablar de imaginación estamos hablando de un mundo irreal. Pero, como dijo P. Ricoeur: "vamos a decirlo de una vez y sin rodeos...: la ficción no tiene otra cosa más que realidades"

martes, 20 de mayo de 2008

La muerte.

Hay momentos en la vida en los que se da uno cuenta de que ha desperdiciado el tiempo, o al menos de que no lo ha aprovechado en algunas cosas que se han escapado vivas por ahí, y no me refiero a tirarse en paracaidas, nadar con tiburones ni nada por el estilo.

Y es que hace poco que estaba harto de estar estudiando, me tope con un libro maravilloso del cual habia oido hablar mucho pero que nunca me tomé el interés de leer, "claro!!!", decía yo, "si eso es solo para niños!!!".

Se trata de "El Principito". !Qué maravilla de cuento!. Muy recomendable.

Bueno, pues resulta que tengo que decir dos cosas:

1.- Es impresionante cómo el tema central del cuento es la muerte. Pero la forma en la que resuelve el autor es por demás drámatica pero linda. Casí me hace llorar, cosa que no es muy difícil.

2.- Tienen que leer, después de "El Principito", los comentarios de una magnífica escritora que esta haciendo sus pininos. Son los únicos comentarios que han entrado hasta ahora. Son geniales. Especialmente el último. Mucha madurez.

Pero que tengo que decir yo respecto de la muerte? Pues tengo que decir que es una necesidad. Tenemos que morir. me imagino a una comunidad de fetos, que viven todos en una misma panza, y que se lamentan mucho de que alguno de ellos muera... es decir, que salga de ahí o que nazca. Deben de lamentarse mucho!!!!... Ahí estan a la temperatra ideal, nada los deslumbra, sólo descansan, comen y hacen sus necesidades!!! que maravilla!!. Escuchan todo, sienten todo, pero siempre protegidos por mamá.

Y como nadie de los no nacidos ha regresado para contar cómo es allá afuera... Muchas semejanzas con nuestro caso, no?

La imaginación, la maldita imaginación como la llamé, es la mas grandiosa herramienta que podemos tener. En eso consiste su maldición, en que es absolutamente necesaria para progresar, para crear, para vivir, y finalmente para salvarse. No hay redención sin imaginación.

Pero no es una tonteria. La imaginación no trabaja con metiras, sino con realidades tan reales como las que más, solo que superan nuestros sentidos físicos.

Pero de esto seguiremos hablando.

lunes, 19 de mayo de 2008

LA MALDITA IMAGINACION

Escuchen bien todos... esto sí que es muy fuerte... hoy soné que estaba en la playa, con un amigo con el que estoy estudiando mi especialidad... bueno, resulta que en la playa nos estabamos asoleando y hablando de los hombres... los méndigos hombres... todos son iguales... Pero en fin... en eso, junto a mi apareció H... estaba ahí untandose bronceador en un short que le quedaba un poco grande, no era el típico sueño de los que salia el heroe de la peli en calzon de licra como superman, no, este estaba grande... estaba ahí y eso era lo importante. Después, como todas las pesadillas, pura catastrofe... un Tsunami. Por supuesto me desperte con una agitación terrible y ya no pude dormir, así desde las tres de la mañana.

Todo esto viene al caso porque por fin, despues de casi 10 meses hable con él... fue tan... tan... cruel... Sí... cruel. Pues platicamos y todo, super bien, con muchas noticias, con muchas ganas de veme, con muchas ganas de verlo, pero me contó que tuvo algunos problemillas, cosa que me preocupó mucho, y se lo dije. Con toda la confianza que me tiene, me dijo que había sido con una persona... crak!!!... (primer cincelazo). Y que casi hubo consecuencias irremediables... crak!!!... (segundo cincelazo). Qué interprete yo? Una novia que casi queda embarazada. Qué horror!!!... pueden creerlo??? casi 10 meses de vivir de un sueño y ni se entera... Despues de leer el pasado comentario, me pregunto??? Qué nos pasa que armamos cosas tan elaboradas en nuestra mente... pero tan elaboradas que son verdad. Y digo que son verdad porque viven con nosotros, estan en nuestros sueños, en nuestros pensamientos, en nuestros afectos, nos ayudan a seguir o nos derrumban... es una realidad que vive con nosotros, en nuestro cuerpo (no de la forma que quisieramos, pero ahí están).

Creo que todo hay que achacarselo a la imaginación. Es una herramienta grandiosa, pero que puede enajenarte con cosas que realmente son imposbles. Me pase un fin de semana terrible por saber que el bizcocho de mi vida (eso me imagino), anduvo con una niña que casi lo engatuza... ¿Soy idiota?

Seguramente tu primera respuesta sea sí. Pero te diré que soy un soñador, y vivo de eso, de la esperanza de alcanzar mis sueños. Pero todo paso a paso... primero sueño que me leas, luego que me lea él, y después que se enamore de mí.

Gracias hija por compartir conmigo... este blog es de los dos.

martes, 13 de mayo de 2008

La caca del gato

Pues hoy aprendí un nuevo dicho: "eso es como la caca que no enterró el gato". Es muy graciosa, y aunque me parece muy clara por lo expresivo en su contenido, se refiere a aquello que ni el mismo gato que la ha cagado, la entierra, a pesar de que, según dicen, es un animal muy limpio.

Y es que hay veces que nos sentimos como la caca que ni el gato enterró porque nadie nos quiere. Parecemos un problema que se tiene que soportar, y todos los prejuicios nos revisten en todo momento.

Si decimos algo es visto bajo los auspicios de los prejuicios homofóbicos, si pensamos algo, lo mismo; y no digamos cualquier expresión corporal o afectiva, eso es juzgado peor. Lo típico, entre machos se pueden bañar juntitos, pero si hay alguien que se sospecha que es gay, o se sabe, ya se le juzga como si fuera un enfermo mental que solo esta pensando en sexo. Por supuesto para esa bola de homofobos solo representa un hoyo hambriento y sin cerebro ni mucho menos sentimientos... una caca que ni el gato enterró.

Ando medio sentido porque mi queridisimo H... me salió con que me ama como un amigo, es más hasta como un maestro y me tiene mucha admiración (cosa que le agradezco y le correspondo infinitamente). Pero qué acaso no podemos ir más allá ????

Y es que me hizo sentir como esa caca de la que estoy hablando, y no es la primera vez que me siento así. Siempre la discriminación nos hace sentir inferiores, despreciados. Y no basta con la autovaloración, así como en el sexo no basta la mano. Siempre se necesita de alguien que nos comparta lo bueno y lo malo.

Creo que todos los que pensamos y no somos rosas, deberíamos de expresarnos inteligentemente para ser. Simple y sencillamente para que, al recibirnos, existamos y provoquemos el pensar de los demás.

jueves, 8 de mayo de 2008

Un nuevo mail.

Pues hoy le mandé un nuevo mail a H..., primero le reclamo que me tiene en un total abandono, y a pesar de que en sus mails encuentro mucha fortaleza y consuelo, me encantaría poder escuchar su voz.

Debe de estar muy ocupado, pero haber si algun horario de domingo se nos puede acomodar para charlar un poco... ¿Cómo hacerle saber que lo amo?

Claro, en el mail ya le digo que lo extraño mucho, pero que lo quiero mucho más; pero eso como que es un tanto común entre emigos con cierta confianza y que han pasado varias pruebas y eso ha fortalecido su relación, así que no está tan claro que lo que o siento por él es algo más que el amor de amistad que, "creo", él siente por mí.

Cómo tal vez decirselo sea la opción más viable, pero es también la más arriesgada. ¿Por qué arriesgarme a perder a un excelente amigo, o a que cambie su relación conmigo sólo por mi calentura o por mis ganas de estar con él? Pienso que eso no vale tanto la pena, prefiero tenerlo como mi amigo por siempre a que me odie por cualquier razón, y más si me odia por amarlo.

Creo también que muchas de estas cosas son prejuicios que estan vivos en nuestra cabeza. En mi imaginario, así como en el de todos, conviven personajes que tienen una relación real con lo que captamos por nuestros sentidos. Son reales.

En fin, voy a esperar. Normalmente revisa su correo cada mes, creo... Jaja... sí, yo se que es mucho tiempo, pero lo he esperado ya varios años, así que no me importaría un poco más.

Pero creo que el tema no es tan sencillo; muchas veces yo me he puesto a pensar en qué pasaría su una gran amiga mía me pidiera que me acostara con ella, que tuvieramos una relación secreta y exclusiva porque me ama, y además de compartir mi amistad desea compartir su cuerpo.

Lo primero que diria es "Qué fuerte!!!"

Creo que no sería tan sencilla la convivencia después de eso. Y por supuesto no lo haría. Pocas mujeres me han despertado el apetito... sinceramente lo mío son los hombres.

La vida es difícil y dura, y más para alguien que se debate entre lo religioso y lo mundano. Como un muerto viviente. Pero de esto hablaré luego.

La Historia que me gustaría leer.

Este es un pequeño fragmento de una narración que he empezado.

La historia que me gustaría leer o ¿Podría sobrevivir este mundo canijo sin los pendejos? Algunos piensan que no.

Para algunos solo hay dos tipos de personas: los chingones y los pendejos, y dentro de este tipo de gente que vive y practica esta creencia de división social, existe aun una variable mas radical que son los que piensan que el mundo se divide en dos: los pendejos y yo.

Creerás que es choro, pero esas personas existen. No se qué diría Freud al respecto, ni creo que sirva su opinión; total debe de estar fuera del grupo de los chingones con toda seguridad.

A "An" nadie lo quiso, es más, dicen que su madre se murió de una borrachera que se puso para festejar precisamente el nacimiento del crío, aunque mas bien estaba feliz por no tener que cargar ya con ese bulto. Desde que quedó huérfano, se lo llevaron a su abuela, o algo así, quien se hizo cargo de él hasta que salió huyendo en busca de su sueño. Ah!, porque déjenme decirles que ese An era un soñador. Yo diría que el mas grande soñador de la historia. Hasta quiso conquistar a los chinos con mole oaxaqueño… jajaja … Ahora que recuerdo tantas cosas sí me hace reír, y creo que le gusta escuchar mis carcajadas de cuando me acuerdo de tantas cosas y ocurrencias que tenia siempre en la cabeza. Bueno, espero que ahí donde esta ahora se escuche mi risa y todo lo que le platico. Aunque ya no debe de estar ahí abajo donde lo deje hace un mes… el debe de andar disfrutando de su sueño… Pero ya estamos adelantándonos mucho. Nuestra historia comienza hace 27 años.

An, un niño de 7 años, se la vivía entre los borrachos que le compraban el pulque a su abuela y los sopes y licuados que le ayudaba a vender en el mercado; pero tuvo la gracia de ir a la escuela, y para ese entonces, en 2º de primaria.

Nunca supo quien fue su papá y su abuela de cabula le puso Aniv. de la Rev., que, según contaba, ese día despertó con una cruda terrible, y aunque no entendía bien que hacia un crío ahí en su muladar, ese día le daba la bienvenida, el 20 de noviembre, Aniversario de la Revolución, pero como en el calendario donde se asomó para ver que santo le tocaba la niño solo decía Aniv. de la Rev., le pareció elegante y raro; tal vez pensó que le daría algún toque aristocrático. Y para sus amigos era An o Ani, como le decía yo.

Recuerdo que él mismo contaba que su abuela, cuando decidió ponerle ese nombre, lo primero que dijo fue:
- Haber si no te dicen Aníbal, pinche chamaco, ese fue el primer guey al que me le entregue.
Y no es que An lo recordara, sino que su abuela se lo repetía cada vez que la resaca le taladraba la cabeza.

Esa era Catalina, la abuela de An; una mujer regordeta, sin dientes...

lunes, 5 de mayo de 2008

Cual es la diferencia.

Hace un poco de tiempo que le sugeri a un amigo, intentar iniciar una relación. Lo que más me movio para hacer esta barbaridad es que me gusta mucho, y me refiero a lo interno... su forma de pensar, y de sentir y ver las cosas, su visión de la vida y sus enormes ganas de superarse son geniales... recuerdo muy gratamente las horas que pasamos al telefono platicando de tan diversas cosas... creo que es una de las pocas personas con las que he podido hablar de todo: filosofía, problemas, ciencia, arte, religión, política... etc. Pero me dijo que no. Claro que yo estaba un tanto desconsolado, me imaginaba que sería muy lindo poder compartir con él, además de tantas cosas muy importantes que ya compartíamos, nuestros cuerpos.



El tiene un cuerpo muy lindo, lo he visto en traje de baño y sin él... en el gimnasio... pero, a final de cuentas eso termina por arrugarse y después de un tiempo empieza a fallar, lo que importa es lo que está dentro... Y tampoco es que eso sea un indicativo... he conocido a otros que con un cuerpazo, terminan siendo una basura de personas, pero eso ya iré diciendo las proximas veces... Lo que sí es que a partir de eso fecha, extrañamente mi amigo me llamaba casi cada ocho días, y platicabamos de cosas. Nada que ver con lo que le había propuesto, ni con que me gustara él, sino básicamente de nuestros problemas. Entonces me quedaba yo pensando que si no se habrá arrepentido... creo que no, sólo que despues de mi declaración se sintió más unido a mí. Él se llama H..., y aunque no lo sabe, es mi novio secreto, lo admiro mucho, eso es lo que más siento por él... admiración. Y aunque nunca lo tenga dentro de mí, y aunque nunca comparta mi cuerpo, su amistad, sus cuidados y la admiración que siento por él, no van a cambiar.